El término incunable procede del latín inucunabula, banda que se utilizaba para sujetar a los bebés en sus cunas. Posteriormente pasó a denominar a los “libros de los tiempos de cuna de la imprenta” (en sentido figurado, claro).
Más tarde, comenzó a utilizarse para todos los libros impresos antes de 1501. En sus orígenes los incunables no tenían portada, sus caracteres eran en letra gótica, y las palabras aparecían con numerosas abreviaturas, como los códices. Posteriormente fueron evolucionando y se fueron introduciendo cambios en los caracteres.
Podemos encontrar también los términos protoincunable – referente a los libros impresos entre 1472 y 1480- y post-incunable –los impresos a partir del siglo XVI, que han sido clasificados erróneamente como incunables-.
El primer impreso español que se conserva es el Sinodal, impreso por Juan Párix de Heildelberg (Johannes Parix) en 1472, que contiene las actas de una reunión celebrada en Segovia. Entre otros incunables muy valorados podemos destacar la Biblia (impresa en Valencia en 1478) y la primera edición de La Celestina de Fernando de Rojas (sin fecha ni lugar de impresión).
Fuentes:
- Wikipedia. (21 Marzo 2007). Incunable.Fecha de consulta: 15.45, marzo 22,2007. http://es.wikipedia.org/wiki/Incunable
- Luis Melnik. Incunables. Fecha de consulta:14.15, marzo 22, 2007. http://www.portalplanetasedna.com.ar/datos8.htm
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